El legado de la Doble AA

on Martes, 30 Diciembre 2014. Posted in 2014, Diciembre

El legado de la Doble AA

Esta última aportación del 2014 hace balance de los post escritos en el primer año de vida de mi blog.

El 29 de enero adquirí el compromiso, conmigo y contigo, de lanzar y mantener activo mi blog. El propósito era y es aportar valor compartiendo reflexiones y opiniones. El blog nació como un elemento clave de mi plan estratégico de marca personal, para seguir dejando huella y para potenciar la Doble AA (Aprender y Aportar) que me acompaña en los últimos años.

La decisión no fue fácil. Dar el primer paso (en cualquier aspecto de la vida) siempre va acompañado de muchas dudas. Se trataba de una aventura con final desconocido en la que he ido aprendiendo y en la que todavía me queda mucho por aprender. El respeto y admiración que te confesaba en ese primer post los sigo manteniendo en voz alta y el compromiso sigue en pie.

Como sabes el deporte es el eje central de mi trabajo y todo aquello que aprendí durante mi época de portero de balonmano lo traslado al mundo empresarial, a aspectos tales como la gestión por valores, el trabajo en equipo o el liderazgo.

Y como deportista no podía dejar de hablar del entrenamiento como fuente del éxito. Entrenar requiere el necesario esfuerzo, sacrificio y constancia. La satisfacción del deportista está en el sucesivo cumplimiento de objetivos (retos, marcas). A su vez, el éxito también necesita de la derrota. El fracaso debe ser siempre analizado en positivo ya que es una importante fuente de aprendizaje. Soichiro Honda nos dejó la frase: “el éxito es un 99 por ciento de fracaso.” En el post Cae siete veces, levántate ocho resalté que no debemos tener miedo a perder, todo lo contrario debemos estar orientados a aprender y encontrar motivaciones en esos momentos difíciles para poder mejorar. La información que nos aportan nuestros errores, nuestras debilidades, no tiene precio. Empresarios de fama mundial también cometieron errores y fracasaron pero fueron capaces de levantarse de sus propias cenizas y llegar a alcanzar sus propósitos, por ejemplo Walt Disney. Como bien indica Juan Carlos Cubeiro en su libro La sensación de fluidez: “No hay que temer a probar, fracasar y aprender de los errores. Si no probamos cosas nuevas no obtenemos resultados diferentes.”

En “Crónica de un reto alcanzado” trate de la actitud que adoptamos ante los retos. En el deporte estamos acostumbrados a los desafíos. Como decía Epicuro “Los pilotos hábiles consiguen su reputación en las tormentas y las tempestades”. Una persona sin retos es una persona muerta. Te dejaba un mensaje: no podemos esperar a que nos motiven, debemos automotivarnos nosotros mismos.

Siempre he pensado que una de las situaciones más gratificantes para la persona es el momento en el que se aprende algo nuevo. Aprender para crecer fue el título de uno de mis post en el que apostaba por un crecimiento constante y exponencial. No tengo dudas que el enriquecimiento personal a través del conocimiento es además una de las mayores fuentes de automotivación. Y para ello era necesario “Salir de la zona de confort” y viajar a aquél lugar donde pasan cosas mágicas.

Aposté por el siguiente sumatorio Talento+Trabajo en equipo=Éxito. El éxito final obliga a tener que alcanzar el éxito de cada uno de los integrantes del equipo. Incorporé un nuevo acrónimo a nuestro particular vocabulario ARTE: Alinear Responsabilidades y Trabajar en Equipo. El camino hacia el éxito nos obliga a poner en juego una serie de competencias que giran en torno al conocimiento, las habilidades, la actitud y los valores. En “El talento del éxito” queda claro que todos tenemos talento. La clave es ser capaz de identificar el talento de cada persona y optimizarlo y potenciarlo en el trabajo adecuado. Juan Carlos Cubeiro en su libro “Del capitalismo al talentismo” nos muestra las claves que todo directivo, empresario o profesional debe conocer, y aplicar, para triunfar en esta nueva era. Mi aportación es un decálogo del talento exitoso que te invito a leer. Como bien apuntaba Jacinto Benavente: “Todos piensan que tener talento es cuestión de suerte; nadie piensa que tener suerte es cuestión de talento.”

Las emociones venden fue el título del post del 10 de marzo. La orientación a generar emociones y experiencias inolvidables fortalece los lazos de unión empresa-cliente. Elena Alfaro cree que actualmente la guerra está centrada en el recuerdo y que si no conseguimos emocionar no hay recuerdo. Por eso apuesta por generar experiencias que emocionen y que sean capaces de convertir a los clientes en fans. Para ello hay que tratar a los clientes como invitados. Ante un cliente cada vez más formado e informado, debemos planificar ventas inteligentes orientadas principalmente hacia las emociones. Debemos ser capaces de proponer experiencias atractivas que además de beneficios aporten sensaciones únicas a nuestros clientes. Sin duda las emociones mueven montañas.

El neuromarketing viene a aportar entendimiento al pensamiento y percepción del consumidor y ayuda a reconocer sus patrones de comportamiento. Al identificar patrones de respuesta causa-efecto permite saber lo que quieres y cuándo lo comprarás. De esto y más hablamos en “Seduciendo al consumidor.” En el comportamiento del consumidor, Xavi Roca nos dejaba la fórmula: Fidelidad = Satisfacción + Relación + Emociones.

En el taller Cómo ser un referente trabajamos con herramientas para identificar nuestra ventaja competitiva, para tratar nuestra estrategia de posicionamiento y diferenciación y finalmente para comunicarnos más y mejor. Para ello resulta clave conocer de dónde vengo: el pasado descubre los conocimientos, aprendizajes y experiencia adquirida; dónde estoy: el presente nos muestra las habilidades y actitud; y por último a dónde voy: el futuro nos indica intereses, pasiones, metas y objetivos. Además, elaborar el DAFO personal nos ayuda a situarnos. Es sin duda el punto de partida.

No puedo dejar de mencionar el post dedicado a la ventaja... y la necesidad de caminar acompañado. Albert Camus lo deja claro: “No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo.”

 

Uno de los temas que más me apasiona es el liderazgo. En “Liderando líderes” vimos que los líderes auténticos son individuos profundamente conscientes de sus valores, desean ser útiles a los otros a través de su posición privilegiada dentro del grupo, por ello están más interesados en desarrollar las competencias de las personas con las que trabajan y darles más libertad a la hora de realizar su tarea que en utilizar su autoridad para dirigir a los otros. Los líderes auténticos reconocen y valoran las diferencias individuales y son capaces de identificar los talentos o cualidades positivas de las personas a su cargo y ayudarles a fortalecerlas. En mi opinión un líder auténtico se caracteriza por ser accesible, positivo, empático, atento, sensible, facilitador, catalizador, humilde y agradecido. En el post “Ser líder, ser positivo, ser auténtico” defendí que las personas que piensan en positivo, que actúan en positivo y que esperan que pasen cosas positivas son capaces de crear un ambiente adecuado que facilite la consecución de objetivos. La persona positiva esta predispuesta a aportar, a ayudar, a compartir la información, a generar oportunidades y sobre todo facilitan los recursos necesarios a los que les rodean para que se puedan realizar. Como dice Xesco Espar en su libro Jugar con el corazón: “Si quieres conseguir algo de los demás, sólo lo puedes hacer teniendo en cuenta los beneficios que ellos obtendrán.”

Llevo mucho tiempo dedicado a conectar los valores del deporte con el mundo de la empresa. El deporte es una verdadera escuela de valores. Los valores constituyen el elemento que hace posible la forma de actuar y son la fuente de motivación para todo lo que hacemos. Tal y como indica Simon Dolan “los valores no son más que palabras, pero resultan muy poderosos cuando se trasladan a la acción real”. En el “valor de los valores” queda claro que hay que diferenciarse a través de los valores. Valórate a través de los valores, trabaja tus valores y alinéalos para cumplir objetivos desde los valores.

Las 10 palabras más repetidas en mis post han sido: emociones, confianza, trabajo en equipo, valores, éxito, crecimiento, líder, mejora, pasión, comportamiento.

Con la mirada puesta atrás, sin duda ha sido un año intenso, pero que debe mejorar en cantidad y calidad para seguir haciendo realidad la DobleAA. Por eso mi compromiso para el 2015 es consolidar este blog aportando más valor y a su vez aumentar el alcance y conseguir implicaros a través de más comentarios, porque sin ti amig@, sin ti, yo no soy nada. Gracias por estar ahí y que en el 2015 se hagan realidad muchos de tus sueños.

Contacto

687 55 90 92 // info@vicentejavaloyes.com

NO TE PIERDAS MIS ÚLTIMAS SUBIDAS!
CONECTA CONMIGO.