Liderando líderes
Este sábado día 5 de julio he tenido la oportunidad de participar en el tribunal que evaluaba los trabajos finales de los alumnos de la cuarta edición del Master en dirección y liderazgo de la Universidad de Lleida.
Los diferentes trabajos iban dirigidos a encontrar el líder auténtico entre los directivos de diferentes empresas de Lleida (que hubieran tenido beneficios en los últimos tres ejercicios). El Lideraje auténtico se compone de 4 indicadores: personal, social o interpersonal, estratégico y ético. El cuestionario ALQ (Authentic Leadership Questionnaire, Walumbwa y otros, 2008), validado en España (Juan Antonio Moriano León, 2010) mide el lideraje en cada uno de los 4 indicadores por separado, pero para encontrar el valor de lideraje auténtico hay que hacer la media de los resultados de los 4. Esta investigación pretende contestar a la pregunta: ¿el liderazgo auténtico es un factor de rentabilidad empresarial?
Sin lugar a dudas el liderazgo es uno de los factores que contribuyen al crecimiento de las empresas. Hersey, Blanchard y Johnson (1998), afirman que para definir el liderazgo deben considerarse sus capacidades, que concretan en tres:
1. Capacidad de diagnosis: conocer la exacta situación presente y discernir lo que se puede conseguir en el futuro.
2. Capacidad de adaptación: aplicar el cambio de comportamiento y otros recursos que posibiliten la transición de la situación a la que se pretende conseguir.
3. Capacidad de comunicación: no sólo lograr comprender la situación, sino expresar y convencer con eficacia.
Los líderes auténticos son individuos profundamente conscientes de sus valores y creencias, de cómo se comportan y, a su vez, de cómo son percibidos por los demás (Shamir y Eilam, 2005). Estos líderes desean de forma sincera servir o ser útiles a los otros a través de su posición privilegiada dentro del grupo. Por ello, están más interesados en desarrollar las competencias de las personas con las que trabajan y darles más libertad a la hora de realizar su tarea que en utilizar su autoridad para dirigir a los otros (Luthans y Avolio, 2003). De esta forma, los líderes auténticos reconocen y valoran las diferencias individuales y son capaces de identificar los talentos o cualidades positivas de las personas a su cargo y ayudarles a fortalecerlas. Desde el punto de vista de los seguidores, los líderes auténticos son percibidos como personas que actúan de forma transparente con los demás y en concordancia con los valores y creencias que mantienen (Avolio y Gardner, 2005; Avolio, Gardner, Walumbwa, Luthans y May, 2004).
María Graciani nos dice que una persona auténtica es alguien que demuestra su capacidad de gobernarse a sí mismo, es honrado, fiel a sus convicciones y así lo deja patente en el guión de su vida (del que es su legítimo autor). Por lo tanto, tiene plena conciencia de las decisiones que toma, es capaz de prever las consecuencias de sus acciones y se hace cargo de ellas, reconociéndolas como frutos de sus propias elecciones.
Cualquier persona por el hecho de serlo tiene la potencialidad de convertirse en líder. Como señalan Kouzes y Posner (2001) la gente normal pueden llegar a ser líderes. Y argumentan su posición porque entienden que el liderazgo es un conjunto de prácticas observables y que se pueden aprender. En idéntico sentido se manifiesta Roberto Luna en su libro “El líder no nace, se hace. Viaje hacia el talento”.
Este master nace de la inquietud, visión, conocimiento y saber hacer de Sara Sampedro. Conocí a Sara hace poco más de un año en uno de los “Viernes de Liderazgo” que organiza junto a la Cadena Ser de Lleida y su programa SER Empresarios.
Sara lidera INGENIO, Leadership School, una escuela de negocios enfocada al desarrollo de directivos con visión global, que deseen adquirir las habilidades y competencias necesarias para alcanzar sus objetivos. Sin duda alguna, Sara es una verdadera líder de líderes, es una líder auténtica.
Gracias Sara por aportarnos tanto, gracias por liderarnos.