Necesitamos retos
¡Con lo bien que se está en el sofá!
Confort es un término francés relativo a todo aquello que brinda comodidades y genera bienestar al usuario. El confort puede estar dado por algún objeto físico (por ejemplo, un sillón o un coche) o por alguna circunstancia ambiental (por ejemplo, la temperatura adecuada o la no existencia de ruidos).
Personalmente asociaría confort con seguridad. Maslow ya nos presentaba la pirámide jerarquizada de necesidades humanas, entre las que incluía en el segundo nivel, la seguridad. Muchas de las acciones que realiza el ser humano va dirigidas precisamente a alcanzar un estado de paz, un espacio seguro en el que pueda respirar tranquilo, en el que pueda controlar todo lo que pasa. En ese lugar la secuencia diaria se repite una y otra vez. Os acordáis de la película “Atrapado en el tiempo” (también conocida por “El día de la Marmota”). Un poco aburrido vivir cada día lo mismo que el día anterior o que el día siguiente. Ya he comentado más de una vez que la “rutina”, nos conduce a la “ruina”.
Pero salir de ese estado de confort no es nada fácil e incluso en muchas ocasiones no hay voluntad de hacerlo. Por lo tanto, o pasa algo diferente, o muy probablemente estaremos en él durante muchos, muchos años. Y creedme, estas no son buenas noticias. ¿Realmente es divertido que siempre pasen las mismas cosas? En mi opinión este tipo de vida no es nada divertida. Y como la diversión nos aporta valor y nos ayuda a vivir mejor el día a día, hay que hacer todo lo posible para divertirnos.
Pero hay circunstancias que nos piden a gritos: “venga sal de tu zona de confort”. Me refiero a esos momentos en que lo vemos todo de color negro. Esos momentos de dificultad que nos obligan a reflexionar y a tomar alguna decisión. Para mí los momentos críticos son retos. Estoy viendo la final de la Eurocopa de fútbol y Cristiano Ronaldo se ha visto obligado a abandonar el partido por lesión. Para la selección de Portugal su estado de confort pasa por saber que Cristiano está en el campo y que en cualquier jugada una de sus genialidades puede acabar en gol y ser decisiva. El reto de este equipo es jugar sin su estrella (acabó la final y todos hemos podido ver como Portugal ha sabido gestionar ese gran reto…felicidades).
El ser humano, las organizaciones necesitan retos. Nunca se hizo un buen marinero en un mar en calma. Por eso hay que convertir los traspiés en una oportunidad de lucha. En una oportunidad para salir de la zona de confort y así poder crecer personal y/o profesionalmente. Pruébalo, coge tu libreta y escribe tu primer reto, sin lugar a dudas te transformará y pondrá fin al día de la marmota.