La marca que siempre me acompaña
El comienzo de un nuevo año es un buen momento para pensar en la marca personal.
Vivimos en un mundo lleno de marcas. Los estudios nos revelan que siempre que se trate de una persona que vive en una ciudad y que consulte diferentes medios de comunicación tendrá aproximadamente 3000 impactos publicitarios al día. Las marcas nos abordan a cada paso que damos por la calle y no sólo en los soportes publicitarios, ya que las encontramos en las tiendas pero también en nuestra propia casa. A pesar de todos estos impactos, sólo somos capaces de recordar el 12% de todos estos impactos.
Cuando vamos a una competición deportiva nos encontramos con marcas fuera y dentro de la instalación. Ya es habitual que el nombre de la instalación incorpore el de una empresa patrocinadora (naming rights). Hay marcas en las vallas, en las camisetas de los deportistas, etcétera.
Pero además hay otro tipo de marca que está íntimamente relacionada con cada uno de nosotros. Se trata de la marca personal. Hablamos de marca personal para referirnos a un concepto de desarrollo personal consistente en considerar a la persona como una marca, que al igual que las marcas comerciales, debe ser elaborada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales.
Bien sea o no de forma consciente o intencionada lo cierto es que las personas dejamos huella. Lo hacemos mientras conversamos, hacemos deporte o trabajamos. Los demás nos recuerdan por las cosas que hacemos, las fotos que compartimos o los comentarios que realizamos. Las nuevas tecnologías y los medios de comunicación actuales han cambiado el paradigma en el ámbito de las relaciones, de los procesos de comunicación y de la transmisión de mensajes.
Nuestra marca personal se va modelando segundo a segundo. Siempre está viva, en continua construcción. La marca personal se convierte en nuestra tarjeta de presentación. Hoy en día es muy fácil acceder a información de cualquier persona por el “rastro” que deja en las redes sociales. Por eso mismo hemos de cuidarla y comprobar si responde a lo que verdaderamente queremos.
El comienzo de un nuevo año es el momento ideal para analizar la huella que estamos dejando, si estamos conformes con ella, si queremos cambiar algo o incluso si debemos empezar de cero y planificar una estrategia de marca personal. Cada día que pasa es un día menos. Manos a la obra.
No lo olvides, “Todos somos una marca. Te guste o no lo que transmite, tú tienes una marca profesional” (Irene Martínez en su libro “Marca Profesional”).