La bondad, el trending topic de la fidelización
Hace siglos el filósofo griego Platón (427 AC-347 AC) nos dejo una frase que nos da para reflexionar. “Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro.”
Esta afirmación de Platón junto a un artículo que leí recientemente y al que haré referencia a lo largo de este post, me ha llevado a pensar en la bondad del ser humano y su posible relación con el marketing. El término “bondad” se asocia a la cualidad de bueno, a la inclinación a hacer el bien. A priori este comportamiento no debe buscar nada a cambio. Si una persona es buena, si es bondadosa, lo es precisamente porque de esta manera encuentra su satisfacción personal (algunos llamarían su paz interior, su felicidad), su razón de ser. En el momento en que este comportamiento vaya dirigido a obtener un resultado, a cumplir un objetivo, estaremos mercantilizando la relación y ya no podremos hablar de bondad. Cuando uno procede con bondad y generosidad no espera una recompensa, no vive sus gestos realizados como un acto de heroicidad, ni espera alabanzas y reconocimientos.
No obstante lo anterior en mi opinión la bondad va a provocar consecuencias muy positivas en nuestro entorno y en consecuencia será de gran utilidad para uno de los aspectos fundamentales en toda estrategia de marketing, cual es la fidelización de clientes, conseguir su lealtad.
En el artículo: “La bondad como estrategia de marketing, una tendencia en auge entre marcas y empresas” que podéis leer en http://www.puromarketing.com/13/25762/bondad-como-estrategia-marketing-tendencia-auge-entre-marcas-empres.html nos muestran como las acciones bondadosas tienen un impacto directo sobre la marca y sobre la imagen que generan en los demás consumidores.
Si nos planteamos como principal objetivo, por no decir único y exclusivo, el hacer felices a los demás veremos como a medio plazo recibimos agradables sorpresas. Las empresas tienen que realizar actos de bondad para así llegar al corazón de sus consumidores. No vale realizar un acto de bondad para aprovechar el estado de entusiasmo del consumidor para atarlo (venderle algo). Dice un proverbio ruso que “El ser humano es bueno cuando hace mejores a los otros.”
El artículo citado aporta como ejemplo una “acción de bondad” realizada por la ya desaparecida compañía aérea Spanair. Consistió en una campaña llevada a cabo en uno de sus vuelos durante una nochebuena. Los viajeros al ir a recoger sus equipajes se encontraron en su lugar con regalos de Navidad. Creo que no resulta difícil ponernos en su lugar para sentir lo mismo que ellos vivieron. Ver video https://www.youtube.com/watch?v=EjwFMS9HqlQ
Los pequeños actos amables han pasado a ser una de las grandes tendencias del año 2015 utilizados por las empresas para llegar a los consumidores. Incluso destinándose días específicos a tan loable finalidad.
El “buenrrollismo” al que se refiere el artículo tiene una explicación clara ya que conecta con las acciones de responsabilidad social corporativa que los consumidores valoran muy positivamente (un informe elaborado por la consultora Nielsen concluye que un 40% de los consumidores españoles pagaría más por productos de empresas socialmente responsables noticia tendencia consumidor comprar en empresas con responsabilidad social). El consumidor tiene claro que las empresas están para ganar dinero pero no es necesario que se “anuncie a voces” o se presuma abiertamente de ello. Las empresas deben demostrar que no sólo les importa hacer negocio y han de ser capaces de establecer nexos emocionales con sus clientes (ver por ejemplo mi post “Emociones de película”) y dejar claro que buscan el bien común.
De esta manera se generan las experiencias únicas e inolvidables que ya hemos comentado en post como “Las emociones venden” y que son auténticos motores fidelizadores que consiguen clientes leales. Recordamos de nuevo el trabajo que viene realizando Elena Alfaro alrededor del denominado marketing experiencial. La compra o la prestación del servicio han de ser una vivencia inolvidable. Sólo de esta forma conseguiremos que se repita, que se gaste cada vez más y que se propicien ventas cruzadas.
Sirva como ejemplo de esta estrategia de marketing experiencial/emocional los centros de ortodoncia Ziving. Su lema es claro: “Probablemente, el centro de ortodoncia más divertido del mundo”. Que sirve de reclamo para padre e hijos: “Vive con tu hijo la experiencia Ziving”.
Este tipo de campañas tienen un efecto inmediato sobre el resto de consumidores que se sensibilizan ante la bondad demostrada y ponen en práctica el conocido boca-oreja, consiguiendo que todo el mundo hable de ellas e incrementando exponencialmente su conocimiento. Lógicamente para ello, tal y como nos indican en PuroMarketing las campañas tienen que tener sentido y merecer realmente la pena.
El deporte nos deja constantes muestras de bondad que se hacen virales entre las personas. Sirva como ejemplo esta acción en la que una atleta ayuda a un corredor discapacitado a terminar un maratón en Taiwán, costándole el primer puesto.
Fuente: http://www.viraldiario.com/bondad-mundo/
Pero como dice mi amiga Claudia Rivera (experta en marketing y Presidenta de la Federación de Judo de Guatemala) en el ámbito del marketing no sólo hay que tener en cuenta la bondad de las personas sino también la de nuestro producto o servicio. Podríamos decir que un producto o servicio bondadoso es aquel que respeta los valores básicos de la persona y además le aporta un valor añadido. Por lo que podríamos concluir con una frase suya “haz bondad con un producto o servicio bondadoso.”
Seamos bondadosos y recogeremos frutos!!
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