Cómo ser un referente
Un año más he impartido un curso en el INEFC de Lleida bajo el sugerente título de “Cómo ser un referente”. En él he podido poner en práctica la marca de la doble A (Aprender y Aportar).
Nuestros jóvenes están pasando por un momento de desorientación. Para ellos el túnel no sólo es oscuro sino también demasiado largo. Los datos no son nada positivos, en España el 55% de los jóvenes de hasta 24 años, unos 880.000, están desocupados. Esta situación desmotiva a cualquiera y provoca situaciones delicadas de gestionar.
La otra cara de la moneda es que muchos se están “poniendo las pilas” y buscan su crecimiento personal y profesional en talleres como éste. Juntos hemos trabajado con herramientas para identificar nuestra ventaja competitiva, para tratar nuestra estrategia de posicionamiento y diferenciación y finalmente para comunicarnos más y mejor.
Para ello resulta clave conocer de dónde vengo: el pasado descubre los conocimientos, aprendizajes y experiencia adquirida; dónde estoy: el presente nos muestra las habilidades y actitud; y por último a dónde voy: el futuro nos indica intereses, pasiones, metas y objetivos. Además, elaborar el DAFO personal nos ayuda a situarnos. Es sin duda el punto de partida.
Lo primero que te dicen es que piensan que no están preparados, que no saben ni para que valen, si son buenos en algo. Luego te das cuenta que tampoco saben dónde quieren ir. Pero como bien indica Gabriel Ginebra hay que encontrar talento en los “sin talento” porque todas las personas tenemos un don, todos tenemos más potencial de lo que creemos. Y en eso hemos centrado nuestros esfuerzos: en conocernos mejor.
Convertirse en la opción preferente pasa por entender que muchas empresas tienen problemas y necesitan que se los resuelvan. El personaje “Sr. Lobo” de la película Pull Fiction interpretado magníficamente por el actor Harvey Keitel está especializado en resolver problemas. Afrontar una entrevista de trabajo o simplemente desarrollar tu perfil profesional en las redes sociales exige conocer las reglas del juego. Y para eso hay que estar preparado para decir “soluciono problemas”.
La confianza en uno mismo es necesaria para empezar a andar con paso firme. No hay excusa posible. Por lo tanto, encuentra el problema que tú sí sabes resolver y comunícalo. Esa es la senda del buen camino.
La siguiente parada es la agenda del networker. Crea tu propia agenda de contactos de interés, cultívala, permite que crezca junto a tu desarrollo personal y profesional. Ella te abrirá muchas puertas.
13 alumn@s están hoy sin duda en el camino, el que ellos han elegido, y estoy seguro que alcanzarán su meta con esfuerzo y con las herramientas que se han llevado. Vosotros sí sois auténticos “brotes verdes”. Gracias por ayudarme a seguir aprendiendo.