Brillar
"A la gente le molesta mi brillo, los insectos atacan a las lámparas que brillan"
Con esta frase el futbolista Cristiano Ronaldo mantenía una actitud retadora después de haber declarado como investigado en los Juzgados de Pozuelo de Alarcón, acusado de defraudar el pago de 14,7 millones de euros en impuestos.
Pero el post de hoy no va a tratar sobre este tema fiscal, que ya es objeto de análisis en otro tipo de foros. Me interesa hablar sobre esa circunstancia que se resume con la palabra “brillar”, en el sentido de resaltar, es decir, destacar sobre las personas o cosas que te rodean.
A Cristiano no le falta razón. Nadie puede negar que es una persona que brilla. Su profesión le ha dado la oportunidad de ser famoso, ser futbolista profesional y jugar en ligas tan importantes como la inglesa o la española, ya le aseguran ser conocido. Pero además, su juego, sus goles, sus éxitos y también, porque no decirlo, su particular carácter, lo mantienen en la cresta de la ola mediática. Y eso tiene su lado bueno y malo. Lo cierto es que su frase, a modo de tuit en la red social twitter, obtuvo cerca de 400.000 me gusta.
Ser una persona que no pasa desapercibida, ser una persona de éxito, genera en los demás reacciones diversas que van del amor al odio. Para unos se tratará de un ídolo al que quieren parecerse, pero para otros despierta suspicacias y críticas. ¿Héroe o villano? Por un lado, seguidores acérrimos dispuestos a sacrificar muchas cosas para estar lo más cerca posible, poder mantener comportamientos semejantes y hacer cosas como él. Por otro lado, aquellos que dudan de la legitimidad de su éxito, del trabajo que realiza o de los procedimientos que utiliza. Admiración o envidia. Parece que no hay punto intermedio.
Gestionar el brillo tampoco es tarea fácil ya que muy posiblemente este nuevo status provoque cambios en el comportamiento de la propia persona. ¿Prepotencia o humildad? Hay que tener los pies en el suelo. Piensa en ello.
El brillo debe cumplir el objetivo de iluminar. Este talento hay que proyectarlo hacia los demás para ayudarles en todo lo posible. Porque el objetivo final es que cada persona sea capaz de brillar en función de sus competencias a través de su actitud, su comportamiento y sus acciones. Sin ningún género de duda, la recomendación es clara, hay que brillar, sin pensar ni importarnos en lo que piensen los demás. Eso sí, prepárate para los ataques de envidia que te complicarán un poco la vida, pero a su vez te ayudarán a descubrir quiénes son tus verdaderos amigos.
Lynda Gratton profesora del London Business School nos habla del concepto “brillar como personas”, en una clara vinculación a la consecución del éxito. No es tarea fácil, que se consiga en un día, es una filosofía de vida que requiere tu propio plan estratégico.
Las estrellas son cualquier cuerpo u objeto astronómico que brilla a partir de su propia luz. Esta luz se produce en su interior. La gran diferencia entre las estrellas y los planetas es que estos últimos, simplemente reflejan la luz mientras que las estrellas la producen por sí mismas. En tus manos está ser estrella o planeta. A qué esperas, ponte a brillar.