Emociones de película

on Martes, 04 Agosto 2015. Posted in 2015, Agosto 2015

Emociones de película

Una película de niños para reflexión de los mayores.

Escapada al cine a ver la nueva película de Pixar “Del revés”. Los protagonistas son 5 emociones cuyo centro de operaciones se encuentra en el cerebro de una niña. Alegría, Tristeza, Asco, Ira y Miedo son las cinco emociones que tienen el mando de nuestro cerebro y explican nuestro comportamiento. Del revés cuenta la historia de Riley, una niña de 11 años cuya vida cambia al mudarse a otra ciudad. Nueva casa, nuevo colegio…los amigos quedan atrás. Una situación complicada que coincide con una edad difícil y que le produce un shock de emociones.

Podríamos definir “emoción” como la variación profunda pero efímera del ánimo, la cual puede ser agradable o penosa y presentarse junto a cierta conmoción somática. La emoción conlleva un interés repleto de expectativa con que se participa en algo que está sucediendo.

Sin duda alguna, la vivencia y la experimentación de las emociones es lo que le permite a una persona establecer una posición respecto de su entorno y relacionarse con otras personas, cosas u objetos. Es el caso de Riley y sus padres (destaca la escena alrededor de la mesa de la cocina en el que las emociones de cada uno se alteran y provocan reacciones en cada uno de los personajes). En este sentido creo que es muy acertada la frase de Robin S. Sharma “Los seres humanos se movilizan cuando alguien moviliza sus emociones”. En otras ocasiones, las emociones son una especie de depósito de influencias innatas con las que nace uno o que aprende día a día (es el caso de las emociones que la práctica del deporte del hockey hielo despierta en Riley).

En la película las emociones controlan los denominados “recuerdos esenciales” que son los que activan aspectos de la personalidad representados en las “islas de la personalidad” (amistad, familia, sinceridad, etc.). Estos espacios conectados al centro de operaciones me recordaron los valores individuales de cada persona. Sobre valores ver mi post “El valor de los valores”.

Todos conocemos la recomendación de no dejarse llevar por las emociones al ser negativo para la estabilidad del ser humano. Valga como ejemplo las veces que hemos dicho “cuenta hasta diez antes de contestar”. Aprender a controlar las emociones parece ser una de las habilidades que debería atesorar toda persona. Sin embargo, en cuestión de emociones yo estoy de acuerdo con la forma de pensar de Eduard Punset al decirnos que: “Es muy probable que las mejores decisiones no sean fruto de una reflexión del cerebro sino del resultado de una emoción.” Y este creo que es el mensaje principal de la película: lo importante que son las emociones y la necesidad de que fluyan para ser el motor principal en la toma de decisiones. Simon Dolan dice que el “flujo” representa el nivel más alto del aprovechamiento de las emociones al servicio del rendimiento y el aprendizaje. “Cuando se está en flujo, las emociones no están contenidas y canalizadas, sino que son positivas, enérgicas y armónicas con la tarea en curso. El sello distintivo del flujo es la sensación de alegría espontánea, éxtasis incluso, cuando se realiza una tarea.

Los orígenes de la “inteligencia emocional” los encontramos en los tratados de Charles Darwin sobre la importancia de la expresión emocional para la supervivencia y adaptación de los seres vivos con el medio ambiente. La inteligencia emocional agrupa al conjunto de habilidades psicológicas que permiten apreciar y expresar de manera equilibrada nuestras propias emociones, entender las de los demás, y utilizar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento. Sin duda “Del revés” pone en valor nuestra inteligencia emocional. La relevancia de las emociones alcanzó su máxima expresión con la publicación en 1995 del libro de Daniel Goleman, “Inteligencia emocional”. Podríamos definir la inteligencia emocional como la capacidad que tiene una persona de manejar, entender, seleccionar y trabajar sus emociones y las de los demás con eficiencia y generando resultados positivos. Es decir, es la habilidad para gestionar bien las emociones. Tanto las nuestras como las de los demás. “Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás” (Daniel Goleman). Una persona que se enfada con facilidad, que se pone triste con frecuencia o que no es capaz de controlar sus impulsos, es alguien con mala inteligencia emocional. Por el contrario, una persona que se conoce bien a sí mismo, que es capaz de pensar antes de actuar, que entiende sus impulsos, sería una persona con muy buena inteligencia emocional (http://www.alvarotineo.com/articulos/inteligencia-emocional).

En nuestra película la alegría es positiva, siempre está dispuesta a trabajar y se esfuerza para que la mayoría de recuerdos y sueños sean felices. Pero va a ser la tristeza quien finalmente active (coloree) recuerdos esenciales que refuerzan aspectos de la personalidad y potencian los valores (islas) transformando momentos tristes en actitudes positivas que permiten el crecimiento y seguir avanzando (salir del abismo).

En mi opinión, algunos de los mensajes de interés que nos deja la película son:

- Las emociones también saben trabajar en equipo. Hay que entender la importancia y el papel que juega cada una de ellas.

-  Cuando pretendemos ser emocionalmente distintos a como estamos o somos, la cosa no funciona.

- Empatizar sigue siendo una herramienta clave para entender los comportamientos de las personas.

- La tristeza es en ocasiones necesaria para seguir adelante y poder encontrar la felicidad.

- La familia está para lo bueno y para lo malo.

- Sin duda alguna las emociones mueven montañas.

- Hay salida, incluso cuando todo parece que es negro.

En definitiva, muestro mi agradecimiento a los guionistas de este film, que gusta a los niños y da mucho que pensar a los mayores. Como nos enseñó el escritor y dramaturgo japonés Yukio Mishima “Las emociones, en efecto, no siguen un orden fijo. Antes bien, y al igual que las partículas del éter, prefieren revolotear con libertad y flotar eternamente trémulas y cambiantes.” A fluir!!

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